jueves, 26 de diciembre de 2013

Expedición: San Antonio de la Osamenta

Fecha: Miércoles 31 de Julio del 2013
Hora: 10:26 a.m.

Un día me comentó mi colega que si quería que lo acompañara un día a su trabajo, que eso implicaba entrar a ejidos, hablar con los dueños de esas tierras, y sobre todo andar por la sierra. Y como si fuera una golosina difícil de rechazar, acepté su invitación.

El objetivo era simple, mi colega tenía que ir a San Antonio de la Osamenta a asesorar a los ejidatarios de ese ejido (valga la redundancia), para hacer algo de manejo y aprovechamiento ambiental.
En fin, SADLO (como me referiré a ese ejido en adelante) está ubicado frente a la Sierra El Tarillal, entrando por la carretera carbonera, para llegar a ese ejido se necesita camioneta sí o sí.

En cuanto nos embarcamos, teníamos que ir por la carretera Monterrey-Saltillo. En lo personal considero que es una de las carreteras con las vistas más espectaculares del país, de un lado, podemos ver a la Gran Sierra Plegada, conformada en su mayor parte de caliza, y por otro lado podemos ver el comienzo de la serranía del Desierto de Chihuahua, también conformada de calizas y areniscas.


Rinconada El Ranchero
Parte de la Gran Sierra Plegada, Sierra San José de los Nuncios.

Cerro El Colorado
El comienzo del Desierto de Chihuahua, Cerro El Colorado.
Al avanzar por la carretera, era obvio que de estar acostumbrado a la orografía regia, ahora nos topábamos con la coahuilense, caminos tan entramados y cerros con orografías distintas a la que estaba acostumbrado del valle regio. En fin, antes de entrar a la Sierra Arteaga, mi colega mencionó que había que cargar de gas a la camioneta, y eso significaba de una vez ir a por comida. Siempre que salgo fuera de Nuevo León, aprovecho a comer la comida local, aunque en esta ocasión tristemente fue en un oxxo.

Una vez que acabamos de gestionar las reservas, empezamos el peregrinaje por valles tan entramados y escondidos, simplemente era fantástico ver de un lado a otro la serranía, ver vegetación bastante mixta (bosque de pino con yucas), y personalmente con un clima muy agradable, esto último no me sorprendía ya que estábamos a 2000 msnm.

Hortaliza

Nuestra primera parada, Puerto El Conejo, ya el letrero nos informaba que estábamos en ese momento a 2550 msnm, este punto en particular marca la división geográfica entre Nuevo León y Coahuila. Mi colega aprovechó para tomar fotos, mientras que yo, bueno no disté mucho de su acción. Por supuesto no estábamos solos, nos acompañaban un grupo de vacas haciendo lo que más les gusta hacer, forrajear y descansar.

Puerto El Conejo

Ahora la siguiente parada es el rancho de un Don (una disculpa, olvidé su nombre), su casa está literalmente frente a la sierra, vive de la agricultura (primordialmente, manzana enana). Le comenté a mi colega que en cierto sentido, esta gente es privilegiada, ellos despiertan cada mañana, y ven estos monumentos frente a su casa, sin duda te motivan a salir adelante (mucho mejor que en la ajetreada la ciudad).

Rancho
Sierra El Caballo.
El Don nos ofreció una comida, pan y café, he de admitir que el interior de su casa olía tan bien como si estuviera en alguna panadería de Peña del Bernal, sin contar con lo rústico que se veía su hogar, y bueno simplemente me sentí como si fuera mi hogar. En fin, mi colega charló con el sobre la cuestión del manejo del ejido. En cuanto terminó la charla, el Don nos dio un pequeño recorrido por su terreno, nos indicó algunos senderos de los que estaba interesado mi colega, y por último nos ofreció de su huerta, en caso de que la tripa se aloque.
Como sea, sacamos las mochilas, y empezamos a subir a la sierra. Nuestro punto de referencia es lo que posiblemente sea el oyamel más grande de SADLO, con una altura estimada de 18 mts, no sería difícil de divisar. Dentro del complejo de la Sierra El Tarillal, había desde encinos (Quercus sp.) hasta pinos (Pinus sp.), seguido de oyameles (Abies sp.) y hallarines (Pseudotsuga sp.), por lo que estábamos en su mayor parte en un bosque de coníferas (predominantemente de oyameles).

Oyamel
Oyamel (Abies sp.)
Más adelante nos internamos en el bosque de montaña, donde pudimos observar cactáceas dentro de la zona, y algunos bivalvos del cretácico superior alojados en una enorme arenisca, lo que me sorprendió era ver grupos de areniscas y calizas dentro de la misma sierra. Continuando con el peregrinaje, seguimos avanzando pero algo no le cuadraba a mi colega, y era que el camino que estábamos siguiendo nos llevaría a una plataforma que el había divisado, y más con la información que el Don proporcionó, sin embargo con las coordenadas del GPS no estaba concordando del todo, así que varias veces tuvimos que regresar o ir por otro sendero.

Frente

Durante el reconocimiento, pudimos divisar algunos manchones grises o marrones, lo que indicaba una cosa: el escarabajo descortezador (Dendroctonus sp., del griego dendros que significa árbol y ktonos asesino, literalmente "asesino de árboles"). Este escarabajo está presente en el Noreste, Centro y parte del Sur de México. El ciclo de vida de este escarabajo es de huevo, larva, pupa y adulto, es decir son holometabolos (cabe mencionar que todos los coleopteros son holometabolos, es decir, sufren por metamorfosis completa).
Forestry Images
Por supuesto, para que las poblaciones de Dendroctonus crezcan, es necesario que los árboles sufran de estrés hídrico, es decir, que estén expuestos a largas temporadas de sequía, o bien que estos estén enfermos, lo que facilita la infestación del arbolado.
Resulta sorprendente lo dañinos que son estos minúsculos insectos (el tamaño oscila de 2.3 a 4.5 mm), en materia forestal se traducen en grandes perdidas económicas del sector maderero. Por citar algunas cifras, de 1972 a 1973 afectó al estado de Michoacán donde destruyó 1, 200, 000 m3 de madera de pino, y ese mismo año afectó al  Distrito Federal y estado de México se extendió a 17 mil ha de bosque de pino. En Nuevo León de 1997 a 2002 fueron devastadas 2, 726.85 ha compactadas, de las cuales con un volumen afectado de 997, 701. 16 m3, por lo que las perdidas se traducen en miles de pesos en producción maderera. Recientemente en Diciembre de este año, Semarnat registró 4 mil ha afectadas en el centro-oeste del estado de Nuevo León. La magnitud del problema es tal, que emplean diversos métodos para su control, desde podas selectivas, hasta el uso de agentes químicos.

Manchones
Manchones ocasionados por el descortezador (Dendroctonus sp.)
Seguimos explorando el bosque, y de repente me encuentro un escarabajo entre varias ramas, jamás había visto ese escarabajo antes, especialmente por su color azul tan llamativo y espolvoreado de puntos negros en los élitros, no sabía ni a que grupo pertenecía así que, una foto no hace daño. Posteriormente supe que es del grupo de los erotílidos (Erotylidae). Es muy curioso su ciclo de vida, ya que los adultos ovipositan sus huevecillos sobre los hongos, sus larvas crecen, y se desarrollan barrenando los hongos que crecen en los troncos (no por nada en inglés les llaman Pleasing Fungus Beetles, o escarabajos del hongo).
Gibbifer sp.
Escarabajo del hongo (Gibbifer sp.)
Al cabo de un rato seguimos buscando, hasta que encontramos el lugar de descanso de las vacas. Seguimos explorando pero no había más que hacer, y es cuando mi amigo mencionó que había que bajar e ir a la casa del Don nuevamente. Salimos de la casa del Don para ir esta vez a la Sierra El Caballo, nuevamente subimos a inspeccionar las labores que habían hecho los ejidatarios. He de confesar que el camino era difícil de subir, ya que era en su mayor parte pedregoso y con algo de inclinación (muy parecido al Cañón Las Escaleras). Una vez vistas las labores, mi amigo y yo regresamos nuevamente a la casa del Don, donde estuvieron hablando sobre las labores pasadas de esa zona.
En cuanto se acabó la charla, teníamos que ir a otras casas a hacer lo mismo, eso significaba ir por todo el cañón a paso veloz ya que el día se estaba acabando y las labores tomaban su tiempo.



La última tarea por hacer era visitar a una Doña que vivía en uno de los brazos de la sierra. Para llegar a ella, era necesario subir por caminos bastante entramados e inclinados, a veces tan estrechos que los neumáticos rosaban a centímetros del precipicio. Llegamos a lo que es la casa de la Doña, mi amigo comenzó a hablar con ella sobre parte del manejo, su participación de este, así como de otros por menores. Para entonces, ya eran las 2021 horas, la temperatura empezó a bajar, y empezó a mostrarse la luz del ocaso, podíamos apreciar un hermoso atardecer en el valle, y se podía observar la reflexión de la luz sobre la sierra, dejando una coloración interesante (en lo personal, siempre que veo ese efecto en un cerro, pienso que su exhibición es meramente barbara, como si fuera un monumento al guerrero).

Cerro El Sanguinario
Cerro El Sanguinario
Ya era totalmente oscuro, la temperatura bajó de manera muy considerable (a pesar de ser verano) y cada vez era más tarde,  por lo que teníamos que regresar a la ajetreada ciudad. Antes de que nos retiráramos, pasamos por último por algunos víveres y manzana de la huerta que el Don nos había ofrecido en un principio. Después de todo, ya era mi última expedición, y tenía que aprovecharla bien. A lo largo de la travesía, resultaba muy curioso la frontera entre ciudad y sistemas montañosos, de estar en un punto elevado, donde no escuchas más que el sonido de tu respiración, en una hora ya te encuentres en una población muy dinámica, llena de edificaciones que en su interior individuos se mueven de manera independiente, laborando para sus ideales futuros.


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Bibliografía

Velazco C. Bosques. Flora de Nuevo León. [on-line] disponible en:
https://sites.google.com/site/floradenuevoleon/directory/bosques (12/11/2013)

U.S. Department Agriculture. Bark Beetle Genera of the United States - Dendroctonus [on-line], disponible en:
http://idtools.org/id/wbb/bbgus/Dendroctonus.htm (última visita 23/11/2013)

Sánchez S., J. A. y L. M. Torres E. 2007. Biología y hábitos del descortezador Dendroctonus mexicanus Hopkins y estrategias de control en Pinus teocote en Nuevo León. CIRNE. Campo Experimental Saltillo. Folleto Técnico Núm. 29 Coahuila, México. 35 p.

Sánchez S., J. A. y L.M. Torres E. 2003. Daños y diversidad de insectos descortezadores de coníferas del Noreste de México. Rev. Ciencia Forestal en México. Vol. 28. Núm. 93.

Milenio (2013). 'Chocan' cifras por plaga en bosques de NL. [on-line], disponible en:
http://www.milenio.com/monterrey/Chocan-cifras-plaga-bosques-NL_0_203379699.html (25/12/2013)

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